Cuando la Tierra Llora y el Corazón se Abre
Emociones auténticas ante la partida del Papa Francisco: una reflexión desde el MAT sobre el duelo, el legado y la fuerza interior que despiertan los grandes adioses
El impacto de una noticia tan trascendental como el fallecimiento del Papa Francisco se hace eco en múltiples dimensiones de nuestro ser. Esta noticia, en el seno del cristianismo y el catolicismo, abre un abanico de emociones auténticas que nos invitan a mirar hacia adentro y a transformar el dolor en un espacio de reflexión y crecimiento personal.
Un adiós que despierta sentimientos auténticos
Frente a esta pérdida, se despliegan las seis emociones que nos definen como humanos:
Miedo, ante la incertidumbre de lo que vendrá.
Tristeza, al despedir a un líder querido por su calidez y humanidad.
Orgullo, por su legado reformador, por sus gestos de humanidad y su apertura.
Amor, hacia una figura que supo tocar corazones más allá de credos.
Alegría, por haber sido testigos de un papado que acercó a muchos a lo esencial.
¿Y la rabia?
Desde el MAT, la rabia auténtica solo se activa cuando hay mentira, manipulación o injusticia. Si no detectamos nada de eso en este contexto —como parece ser el caso—, entonces la rabia no es necesaria ni adecuada. A menudo confundimos el dolor con rabia, pero en este tipo de despedidas lo que corresponde es tristeza verdadera y, con el tiempo, orgullo transformador.
El cónclave comienza el 7 de mayo: un nuevo ciclo se abre
Con el comienzo del cónclave este miércoles 7 de mayo, los cardenales del mundo se reunirán en la Capilla Sixtina para deliberar, rezar y votar. No es solo un evento institucional; es también un símbolo de transición emocional y espiritual para millones de personas.
Durante estos días, el mundo observa, espera, y en muchos casos, proyecta su esperanza en la elección de un nuevo Papa. Desde el MAT, podríamos decir que este proceso representa colectivamente un paso de la tristeza del duelo hacia el orgullo de lo que puede ser creado a partir de aquí.
La elección de un nuevo líder espiritual no solo afecta a una religión: afecta también al alma colectiva de una época.
Reflexión final desde el MAT
El fallecimiento de un líder como Francisco es un acontecimiento límite, de esos que nos sacuden y nos devuelven al presente con preguntas esenciales:
¿En qué creo? ¿A qué me entrego? ¿Qué quiero crear con mi vida?
Sentir tristeza es justo y necesario. Pero si la escuchamos con amor, la tristeza se transforma en sabiduría, y nos abre a una nueva etapa de orgullo, alegría y amor auténtico.
El cónclave comienza el 7 de mayo.
Hoy, quizás, comienza una nueva mirada hacia nosotros mismos.